Estamos a las puertas de celebrar el nacimiento del Niño Jesús. Hoy queremos orar juntos, escuchar la Palabra de Dios, meditarla, dejar que el Señor sea quien nos transforme como personas y como comunidades. Hoy vamos a meditar con la figura de María, la mujer sencilla, la esposa, la madre, la ama de casa, la servidora del Reino de Dios. Ella fue la primera en recibir la noticia del hondo deseo de Dios de encarnarse en nuestras vidas, y fue la primera en acoger la Palabra en su corazón y decir Sí al Plan de Dios. Con ella, el camino de la sinodalidad será llevadero.